Christofredo Jakob

Christofredo Jakob. Dos naciones, una ciencia.

Colaboración Alejandra Molina[1]


25 de diciembre de 1866 – Nördlingen, Baviera, Alemania

6 de mayo de 1956 – Buenos Aires, Argentina


Christfried (Christofredo) Jakob fue un eminente médico germano-argentino, neurólogo, psiquiatra, neurobiólogo y neuropatólogo, polímata que despuntó la investigación sistemática del sistema nervioso en Argentina y fue el primer neurocientífico del país. Representó en su campo a la Argentina en varios congresos internacionales.

Nació en Nördlingen, Baviera, el 25 de diciembre de 1866. Hijo de Babette Körber (1841-1902) y Gottfried Jakob (1839-1905), un poeta local, recordado en esta zona.

En Augsburgo concluyó el Gymnasium. El sistema educativo alemán incluía en su programa humanista la enseñanza de ciencias naturales, y los pensamientos de Darwin o Haeckel e incluso de los ya clásicos, como Kant, Goethe y Schiller, impulsaron su curiosidad en filosofía natural. En 1891, se graduó de médico en Erlangen-Nürnberg, donde estudió con el eminente Prof. Dr. Adolf von Strümpell (1853-1925), su mentor. Contrajo matrimonio con Sophie Schiffner (1870-1945) y desde 1894 practicó durante cinco años en Bamberg como psiquiatra y neurólogo y comenzó un arduo trabajo de divulgación científica.

Llegó a la Argentina contratado por el Gobierno a través de la Facultad de Ciencias Médicas de la U.B.A., (se designó la fecha de su llegada, el 17 de julio de 1899, como Día del neurocientífico argentino en 1982). En Buenos Aires fue el primer jefe del Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospicio de las Mercedes (actual Hospital Borda) desde 1899 hasta 1910; y del Laboratorio – Pabellón de Anatomía Patológica del Hospital Nacional de Alienadas (hoy Hospital Moyano) desde 1913 hasta 1946. También dirigió el laboratorio del Hospital San Roque (actual Ramos Mejía) y colaboró con el Hospital Durand.

En la Universidad de Buenos Aires fue profesor en la Facultad de Medicina, donde impulsó la incorporación de la embriología al plan de estudios, desde principios de siglo. En 1942 recibió el Premio Holmberg por su trabajo El embrión humano.

En la Facultad de Filosofía y Letras fundó el primer Instituto de Biología, materia incorporada por élen la enseñanza de Ciencias Sociales. En la Universidad Nacional de La Pata, enseñó en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y en la Escuela Preparatoria de Medicina. Fue profesor consulto en la Facultad de Derecho de la U.B.A. y perito forense en la Justicia, asentando precedentes de psiquiatría en relación a las ciencias jurídicas. Asimismo, colaboró con distintas Universidades del país como la Univ. Nac. de Córdoba U.N.C. y del Litoral.

Desde su Escuela Neurobiológica Germano-Argentina, apadrinó tesis e investigaciones y durante largas generaciones fue maestro tanto de estudiantes como colegas, que hasta la actualidad encuentra adeptos hasta la actualidad.


Christofredo Jakob, en espacios verdes en los alrededores de Buenos Aires. Fotografía original del acervo de la Familia Jakob

Realizó la primera cuantificación neuronal de la corteza cerebral (1909) y de todas las estructuras nerviosas, utilizada por todos los científicos de la época. A partir de estudios de la fauna argentina descubrió el centro visceral, explicando el circuito de la emocionalidad (1907-1910): elCircuito de Jakob debería ser reconocido en la historia de la medicina. Precursor de las neuronas espejo, demostró la función sensomotriz de la corteza (1912). Anticipó el concepto de epigenética (1918), décadas antes de su desarrollo. Inició los estudios de la fisiología de la memoria (1918-1933). Detalló la trasmisión nerviosa a través de procesos físico-químicos antes de que se acuñara el término neurotransmisores (1941). Efectuó un mapeo del genoma, con el osado número de 24.000 genes para el ser humano (1942), asombrosa aproximación del genoma que recién supimos en el nuevo milenio, por citar algunos.

Creó e impulsó el proyecto El cinturón boscoso periurbano (1915) – cinturón ecológico de Buenos Aires. Inauguró la Biogeografía Argentina (estudio de la topografía, flora y fauna), incorporando material en los manuales escolares y universitarios.

Promovió el turismo andino y las obras necesarias para este fin. Pionero en la exploración de la zona del Cerro Tronador, bautizó montañas, lagos y ríos. Colaboró con el Instituto Geográfico y brindó un Plan de aprovechamiento de los recursos acuáticos andinos.  Dos lugares icónicos de la zona de Bariloche evocan su actuación: el Lago Jakob y La mirada del doctor.

Dejó una bibliografía de 250 trabajos entre libros y artículos, casi todos en castellano. Su obra maestra, Folia Neurobiológica Argentina (1939-1946), es un compendio de 8 tomos de relevante vigencia en las neurociencias modernas.

En los Laboratorios de los Hospitales Borda y Moyano, al presente existe parte de su legado material: aparatos de la época, placas histológicas, micro y macrofotografías, moldes y preparados humanos y animales. Requeriría urgentemente su puesta en valor como patrimonio argentino científico, histórico y cultural.

Dijo: Soy un hombre que cree obstinadamente que este mundo es para los optimistas, pues ¡la misma naturaleza nos lo enseña! Y así, preveo firmemente un porvenir más grande, bello y potente de la humanidad futura que realizará todo esto y más aún de lo que hoy podríamos soñar con nuestros cerebros estrechos.


[1] Alejandra Molina está por publicar (2024) una nutrida biografía de Christfried Jakob. Locutora Nacional. Licenciada en Psicología. Becaria del Centro Regional de Computación y Neurotecnología – CeReCoN U.T.N. (regional Mza.) proyectojakob@gmail.com.