Page 42 -
P. 42
40 NATALIA LOBO
4. Apostar al cooperativismo
Para responder a las preguntas anteriores es preciso recorrer algunos momen-
tos claves en la historia reciente de la cooperativa, donde se puede ver clara-
mente que fue gracias a ciertas decisiones estratégicas y a quienes apostaron
al cooperativismo casi como una filosofía de vida, que la cooperativa pudo no
sólo afrontar las sucesivas crisis del sector, sino afianzarse y llegar a ocupar la
privilegiada posición en la que se encuentra actualmente.
Es necesario aclarar que el crecimiento de la cooperativa a partir de la incor-
poración del molino no estuvo libre de complicaciones, sino todo lo contrario.
Nuevamente las fluctuaciones en la producción y la demanda generaron una
crisis que comenzó a finales de los años 80 y que tuvo su momento más crítico
a mediados de la década del noventa, cuando la cooperativa tuvo que tomar
decisiones drásticas con respecto a temas como el régimen de ingreso y egreso
de socios, el retiro del capital y la obligatoriedad de la entrega de la producción
por parte de los asociados. En la asamblea del año 1992, el síndico Julio de
Simone se refiere al tema del ingreso de nuevos socios con las siguientes palabras:
En este último año y medio, el eficiente desenvolvimiento de nuestra
cooperativa ha despertado un fuerte interés de ingreso entre vecinos
plantadores yerbateros. Hoy toda la yerba verde de nuestros asocia-
dos se transforma y comercializa en forma global y exclusiva a través
de la propia cooperativa, como culminación de un proceso educativo-
cultural. No nos hace falta que nos obliguen, lo hacemos voluntaria y
automáticamente. Pero en cambio, quienes se incorporarán y que
además no tienen educación cooperativista ¿Cómo se hace para
comprometerlos, como lo estamos nosotros, a ser solidarios con el
cuidado de la cooperativa, que tanto nos costó fortalecer? Este es el
problema que me preocupa. 31
Y más adelante, en 1996, respecto al retiro de capital por parte de los socios,
dice lo siguiente:
Nuestra cooperativa ha transitado en los últimos diez años varias eta-
pas del proceso; no todos sus asociados comprendieron el esfuerzo
(solidario) entregado para consolidar los servicios seguros y confiables
que tenemos todos y cada uno; esta excelencia despierta la lógica
aspiración al ingreso en productores no asociados que ni habían repa-
rado en nuestra existencia; menos aun cuando escaseaba la yerba
verde. También algunos productores asociados tentados por mejores
precios que entonces se obtenían, fueron reacios a entregar su mate-
ria prima cuando más se la necesitó; pero, cuando las condiciones
cambiaron, de pronto quisieron realizar sus entregas completas. Acti
tudes así comportan conductas que no se compadecen con la per
31 Acta No. 95 de la Asamblea General Ordinaria del 06 de agosto de 1992. (El resaltado es mío)