Page 94 -
P. 94
92 GERMÁN FRIEDMANN
cialista de las escuelas alemanas" (Congreso Nacional, Cámara de Diputados,
Diario de Sesiones, 5/6/1939: 688). Para Daniel Videla Dorna –también demócrata
nacional– el principal peligro radicaba en los "comunistas extranjeros y lamenta-
blemente argentinos" que querían "transformar las instituciones patrias al molde
marxista". En este sentido, denunciaba a Enrique Dickmann por no desaprobar
el proceder de aquellos elementos peligrosos, e indicaba que aquel desempeño
respondía a la "triple personalidad" del diputado socialista: "nacido en Rusia,
nacionalizado argentino y de raza judía" (Congreso Nacional, Cámara de Dipu-
tados, Diario de Sesiones, 22/6/1939: 919). Todas esas características, en el
marco de un nacionalismo cada vez más restringido, transformaban a Dickmann
en un elemento ostensiblemente sospechoso (Friedmann 2010: 99).
De este modo, y más allá de las diferencias ideológicas, tanto en el discurso
de la prensa como en las sesiones parlamentarias de fines de la década de 1930
e inicios de la de 1940, todo el espectro político argentino compartía una común
apelación a un nacionalismo exclusivista que negaba la legitimidad del adversa-
rio en nombre de la defensa de la "argentinidad". En ese contexto se creó la
Comisión Investigadora de Actividades Antiargentinas que funcionó en la Cámara
de Diputados entre los meses de junio de 1941 y 1943; con el objetivo de inves-
tigar organizaciones e individuos con "ideologías y métodos contrarios a las
instituciones republicanas y a nuestra soberanía". Esta comisión fue un claro
ejemplo de un creciente consenso en torno a la eliminación de un "cuerpo
extraño" que habría estado descomponiendo a la sociedad argentina desde
adentro (Friedmann 2009).
En el transcurso de sus funciones la Comisión Parlamentaria elaboró una
serie de informes sobre las organizaciones nacionalsocialistas que habrían
estado actuando como "células antiargentinas". Entre esos informes había uno
referido a la educación que, basado en las denuncias de los germanoparlantes
antinazis, advertía que las "escuelas alemanas" estaban subordinadas al Reich,
no respetaban la legislación argentina, y sus directivos y maestros eran militan-
tes nacionalsocialistas que ejercían una actividad de propaganda ajena a la
docencia. Como esta situación resultaba incompatible con "los propósitos nacio-
nalistas" del estado argentino, la comisión aconsejó cerrar esas escuelas e inha-
bilitar a sus docentes (Congreso Nacional, Cámara de Diputados, Diario de
Sesiones, 30/11/ 1941: 854-860; Friedmann 2010:102).
III
Las denuncias sobre la infiltración nazi propagadas por los antihitleristas no sólo
afectaron a los nacionalsocialistas sino también tuvieron un efecto "boomerang"
sobre los mismos alemanes que se oponían al Tercer Reich (Friedmann 2010:
104-107). Uno de los ámbitos en los que este efecto se notó fue en la cuestión de
la educación. Así, tras la publicación del informe de la Comisión de Actividades
Antiargentinas, Ernesto Alemann, que fue uno de los principales impulsores de
las denuncias sobre la "infiltración nazi" en las escuelas, se vio ante lo que perci-
bía como una avanzada sobre los germanoparlantes en general y sobre sus inte-
reses en particular. Por ello, como fundador y presidente de la Asociación