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ANDREJ SEUSS. KUNST, BOHÈME UND RINDERZUCHT 125
Narciso Pousa y Hernán Zucchi-, testimonian la continuidad, aunque muy
debilitada, de sus intereses y perfi l intelectual. Otros artículos aparecidos
en la prensa local de Entre Ríos recuerdan al antiguo periodista von Har-
der. Así también continúan los problemas legales en torno a la herencia de
los bienes y el impacto en ellos de las reformas del gobierno peronista de
entonces. En 1962, casi con 65 años, falleció Wolf von Harder en Buenos
Aires, a causa de un accidente vial, sin haber retornado nunca a Alemania.
Simultáneamente murió también Werner Bock, pero en la Suiza de habla
alemana, donde se había radicado en 1958 de vuelta del exilio argentino.
La fi nalidad del libro, de recuperar la vida y la obra de Wolfgang von Har-
der, se cumple con las limitaciones que el mismo autor declara en cuanto
a lo fragmentario de lo hallado y la desaparición de todo tipo de fuentes
sufrida por varias décadas a ambos lados del océano. No obstante ello,
podría ser todavía exitosa la continuación en la búsqueda tanto en Europa
como en la Argentina de poesías, narraciones, correspondencia y nuevos
escritos de la pluma de este miembro de un tipo de nobleza alemana ya
desaparecida.
Si no fuera el caso, el análisis y puesta en valor de sus artículos sobre
arte colonial y de la presencia del nuevo espacio geográfi co, rural y humano
en su poesía, conformarían el perfi l de un exiliado peculiar: Wolfgang von
Harder no llegó a la Argentina como un destino fortuito, tal como sucedió
con la mayoría de otros intelectuales alemanes durante el Nazismo, ya que
su familia de nobles adinerados la había elegido décadas antes como lugar
no solo de inversiones, sino también de residencia. Tampoco su huida de
Europa en 1934 se debió a causas raciales o políticas, como fue el caso de
Werner Bock, Alfredo Bauer, Hans Silber, Johan Luzian o Paul Zech, otros
escritores de lengua alemana, compañeros de destino en la Argentina, ya
que como se deduce de la circunstancia vital detallada, escapó por el te-
mor de la persecución nazi a los homosexuales. Por otra parte, los largos
años de residencia en un lugar tan alejado de la vida cultural de Buenos
Aires, como también fue el caso de Johan Luzian en Chascomús, infl uyeron
tanto en el compromiso con la propia producción como en una inserción
más activa en la “colonia” alemana porteña afín y los medios de circulación
y difusión locales para con sus escritos, a pesar de haber llevado a cabo
intermitentes incursiones en la capital argentina.
Como siempre sucede, el aporte heurístico imprescindible de esta bio-
grafía realizada por Andrej Seuss nos permite movernos en un plano her-
menéutico prometedor.