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108 ROBERT KELZ
de “Hohelied der Humanität” (glorificación de la humanidad; FP, 27/6/1956.), y el
Tageblatt se refirió a ella como “Hohelied echten Menschentums” (glorificación
de la humanidad genuina; AT, 24/6/1956). Además, ensalzaron el idioma alemán
en forma poética y espectacular, lo que revelaba otro lazo que compartían ambas
colonias alemanas. Aun así, la crítica que el Tageblatt hizo de Nathan expuso
los límites de la reconciliación en la Buenos Aires alemana al abordar el tema
políticamente cargado de la Vergangenheitsbewältigung (Superación crítica del
pasado). El Tageblatt hizo referencia explícita a los paralelismos entre el prota-
gonista de Lessing y el actor principal de la representación, Jacques Arndt, y
observó que una escena en la que Nathan narra la historia de su sufrimiento en
pogromos antisemíticas era terriblemente personal para muchos actores y
espectadores por igual (AT, 27/6/1956). Quizá, recordando el papel desempe-
ñado por muchos de sus redactores durante el nazismo, el Freie Presse no hizo
ningún comentario sobre este llamativo aspecto de la presentación. El Tageblatt
también reflexionó sobre otro momento: “contra un telón de color rojo sangre,
cuando el patriarca de Jerusalén repetía ‘¡Qué importa!, el judío ha de ser que-
mado’ [Tut nichts! Der Jude wird verbrannt, Nathan der Weise, IV, 2], algunos de
los espectadores comenzaron a reír. Un escalofrío habría sido comprensible”. El
Freie Presse tampoco hizo comentario alguno sobre esta escena. Las críticas
de Nathan der Weise en el Tageblatt y en el Freie Presse revelaron puntos en
común, pero también la existencia de profundas divergencias entre los grupos
de alemanes de Buenos Aires. Los periódicos manifestaban la voluntad de sanar
las heridas y encontraron lazos del legado cultural y lingüístico común en la obra
de Lessing, lo que les permitió dar un primer paso en este sentido. Sin embargo,
también dejaron en claro que el pasado reciente continuaba impidiendo un diá-
logo abierto y una reconciliación.
El 1 de julio de 1962, Ney y su elenco de actores jóvenes eligieron la obra de
Lessing Minna von Barnhelm (1767) para abrir un pequeño teatro en las instala-
ciones de la Escuela del Norte en el conurbano de la capital argentina. La come-
dia de Lessing atrajo a miles de espectadores durante un período de nueve
semanas, demostrando ser una opción especialmente armoniosa para la pro-
ducción inaugural del teatro, que realizaría presentaciones regularmente hasta
1974. El Tageblatt elogió con entusiasmo la actuación y su finalidad pedagógica
tanto para jóvenes como adultos. El diario señaló que el Zimmertheater (teatro
de cámara) de Ney cultiva una conexión sana a los valores humanísticos del
pasado (AT, 1/7/1962). El Freie Presse señaló que un alemán-argentino que ha
actuado bajo Ney posee “el legado de su cultura alemana en el sentido más
bonito” y contribuye a la “alegría de la comunidad local” (FP, 1/7/1962). La pro-
ducción de Minna, a la que asistieron el embajador de Alemania Occidental,
Werner Junker, así como Rudolf Junges, consejero (Botschaftsrat) de la misión
diplomática de Alemania Occidental en Uruguay, se convirtió en una celebración
de la herencia cultural compartida por ambos partidos. Sin embargo, estas
festividades tan optimistas sólo fueron posibles gracias a una visión selectiva de
la historia alemana y la política actual. No sólo la presentación y las reseñas
excluyeron a Alemania del Este, pero, apenas dos años después de la captura
de Adolf Eichmann en Buenos Aires, también cualquier diálogo sobre el nazismo,
la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.