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          incesante y numerosos daños causados por insectos, luego de dos muy malas
          cosechas y una caída simultánea de los precios del algodón a nivel internacional,
          aún cuando el gobierno les había concedido una moratoria.  Con la esperanza
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          de obtener grandes ganancias, muchos sólo habían plantado algodón sin haber
          intentado por medio de una agricultura diversificada asegurarse contra el riesgo
          de caídas repentinas en la cosecha. Endeudados, sus tierras fueron confiscadas;
          sus bienes y pertenencias empeñados por los acreedores, y ante esta situación,
          a menudo su única salida era comenzar de nuevo, y muchos de ellos fracasaron
          en ese intento.  Un informe de Buenos Aires del 24/6/1926 al AA retrata el
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          empeoramiento de la situación, y comienza así: "Desde el Chaco argentino, la
          tan nombrada región algodonera, se informa el inicio estremecedor de un drama
          de colonos alemanes a los que solo un milagro puede salvar de la hambruna."
          Informes de este tipo junto con peticiones urgentes por parte de la Embajada,
          indujeron al AA a proporcionar un préstamo de 200.000 marcos imperiales a los
          colonos necesitados.  Ni siquiera una campaña de ayuda por parte de la Emba-
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          jada Alemana llevada a cabo en 1926, en la que participó la "colonia alemana"
          de Buenos Aires con donaciones en favor de los compatriotas del Chaco,  pudo
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          impedir que muchos colonos abandonaran la región.
            La Embajada avizoraba ahora un futuro muy sombrío para el Chaco como
          destino de colonización, pero mantenía la esperanza de que los alemanes de



          34   Tal como señala Carlino 2009: 8, las líneas de crédito del Banco de la Nación y el Banco
          Hipotecario, de las que prácticamente solo podían beneficiarse las cooperativas, eran insufi-
          cientes durante estos años, para compensar las necesidades de muchos colonos.
          35   Eduard Fritz, un colono que llegó con su familia en 1924 al Chaco y sobrevivió a la crisis
          de 1925-26, describe vívidamente su lucha por la existencia en el Jahrbuch de la DVA 1929:
          135-139, cf. también su artículo „Deutsche Kolonisten im Chaco" (Colonos alemanes en el
          Chaco) en la revista católica Die Getreuen 6 (1929): 11-13. En el periódico Die Roland­Blätter:
          186-189, de ese mismo año, una breve descripción de las condiciones desde el punto de vista
          de A. Ritter von der Osten, que había aceptado en el Chaco un puesto de contador. Los
          informes detallados sobre el desarrollo del asentamiento alemán en el Chaco, y la relación de
          los colonos con las autoridades argentinas y con colonos de otros grupos étnicos y miembros
          de la población local, la evolución de la política argentina de colonización y el plan de mensura
          de tierras fiscales en la prensa argentina y argentino-alemana no han sido considerados aquí.
          Valdría la pena una investigación propia.
          36   Cf. el detallado intercambio epistolar entre representantes de la Embajada y el Ministerio
          de Relaciones Exteriores en PAAA R 78796, así como varios informes sobre las necesidades
          de los colonos en Der Bund 9 (1926), entre ellos alrededor de 100 colonos del Chaco que se
          encomendaron a un personaje muy dudoso para encontrar alojamiento en la provincia de
          Santa Fé. („Zur Chaco-Hilfe". En: Ibid., octubre 1926: 127-130). En el PAAA, Embajada Buenos
          Aires, paquete 70-1, una revista de prensa sobre la "Organización de ayuda al Chaco" ("Chaco-
          Hilfswerk") por parte de la "colonia alemana" en Buenos Aires.
          37   El DLPZ encabezaba la campaña de ayuda y publicó en agosto de 1926 casi a diario
          noticias acerca de las diferentes instituciones alemanas, que organizaban eventos de caridad
          en beneficio de los colonos del Chaco. El 26/8/1926 publicó una lista con el nombre de las
          empresas argentino-alemanas y personas privadas, que hasta entonces habían logrado reu-
          nir un total de 19.306,85 pesos para la "ayuda del Chaco". La acción aún fue más lejos. El AT
          aborda críticamente esta campaña (cf. por ej. el extenso comentario de su corresponsal en el
          Chaco, Max Liechti del 15/9/1926), porque ello desacreditaría toda la colonia alemana del
          Chaco. Sobre la confrontación entre AT y DLPZ, que tenía también otro trasfondo, no se puede
          ahondar aquí.
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