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EL CHACO COMO DESTINO DE LA COLONIZACIÓN ALEMANA 15
En quinto lugar, el noreste de Argentina poseía, a diferencia de la región
cerealera de la pampa húmeda con sus grandes latifundios, amplias tierras
desocupadas apropiadas para el cultivo.
Y en sexto lugar, y esto fue sin duda crucial, el mismo gobierno argentino
fomentó la colonización y explotación del Chaco por medio de la liberación de
tierras fiscales, un punto en el que quisiera profundizar, ya que fue decisivo en
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el destino de muchos colonos.
Originalmente el Estado argentino poseía en todo su territorio tierras que
cubrían una superficie total de casi 120 millones de hectáreas, de las cuales en
1920 solo disponía de la mitad. Al asumir el gobierno de Yrigoyen, aproxima-
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damente 40 millones de hectáreas estaban sin medir o fueron entregadas ile-
galmente por la Dirección General de Tierras y Colonias privilegiando el
favoritismo, sobre todo en la Patagonia. Se estima que gran parte de las tierras
fiscales restantes eran estériles o solo aptas para la ganadería extensiva, pero
que alrededor de 10 millones de hectáreas podrían aprovecharse para tierras
de cultivo (véase nota 13). Las irregularidades de la Dirección de Tierras hicieron
que Yrigoyen interviniera la oficina colocando al Dr. Isidro Maza al frente de la
misma. Éste intentó poner orden en primer lugar en el territorio de Santa Cruz,
donde la mala gestión había alcanzado proporciones desmesuradas -por cierto,
con poco éxito- posteriormente diseñó un plan de mensura de tierras fiscales y
de asentamiento de colonias en aquellas áreas que, debido a su ubicación y a
las condiciones del suelo, parecían apropiadas para tal fin (ibid). La mensura de
las tierras se puso en marcha por un decreto del Poder Ejecutivo del 11 de julio
de 1921, que al mismo tiempo debía brindar el marco jurídico para regular legal-
mente las tierras estatales ya apropiadas con el fin de que los ocupantes que
trabajaban las tierras sin retenerlas con intenciones especulativas, obtuvieran
los títulos del dominio a cambio del pago correspondiente. De las 7.5 millones
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de la colonización de la selva" en Misiones, la que, sin embargo, tuvo que admitir, "ejercía una
fuerte atracción sobre los inmigrantes germánicos" y esto era usufructuado exitosamente por
las empresas privadas de colonización. El discurso de Stichel fue transcripto en su totalidad
en Der Bund 6, N° 7, julio 1923: 94-96 y en el AT, 11/7/1923. Sin embargo, la colonización de
la selva, como veremos a continuación, competía con sus planes en el Chaco, de los que se
distanció una vez retirado de la función pública en septiembre de 1924.
13 Con anterioridad al decreto de mensura del Poder Ejecutivo del 11/7/1921, las autoridades
argentinas se manifestaron muy optimistas sobre el futuro del cultivo de algodón en tierras
fiscales del Chaco: "Desde [Las] Breñas hasta Pinedo se están desarrollando las colonias de
forma muy prometedora. Las tierras son fértiles y los colonos están muy esperanzados de
establecer un récord de cultivos en el norte. La colonia de Charata está haciendo grandes
progresos y en poco tiempo habrá de convertirse en una de las colonias más importantes del
país. [...] En general, la cosecha de algodón habrá aumentado en un 25% con respecto al año
anterior." Cita de un ingeniero agrónomo perteneciente al Ministerio de Agricultura del Chaco,
texto transcripto en el AT del 20/2/1921.
14 Stichel al AA, 20/3/1921. Apéndice. BArch R 1501/101715.
15 Stichel al AA, 4/8/1921. Ibid. La mensura fue muy lenta. Recién el 21 de octubre de 1924
se aprobó por decreto del Poder Ejecutivo la mensura, trazado y mejoramiento del pueblo de
Charata en el Chaco, donde se habían asentado la mayoría de los alemanes. La Prensa,
22/10/1924. En: PAAA Embajada Buenos Aires, paquete 70. El retraso de la aplicación del
decreto de mensura del 11/7/1921 fue objeto de muchas quejas de los colonos alemanes y de
reclamos de las autoridades alemanas ante el gobierno argentino.