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EL CHACO COMO DESTINO DE LA COLONIZACIÓN ALEMANA        17



              retener a inmigrantes sin recursos. A comienzos de 1922, en una circular confidencial
              de la RWA, se especificaba que la hoja de información acerca de las condiciones de
              asentamiento en Charata estaba destinada únicamente a aquellos inmigrantes, que
              "por su carácter y sus capacidades físicas son idóneos para asentarse en la región
              y que disponen de al menos 1600 pesos (papel)".  Sin lugar a dudas, el Chaco atrajo
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              a muchos otros, que no cumplían con estas condiciones.
                 El asentamiento alemán en el Chaco recibió un impulso especial gracias a
              las negociaciones del Director de Migraciones Remigio Lupo en agosto de 1922
              durante una visita a Alemania.  Lupo manifestó que su gobierno tenía preferen-
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              cia por inmigrantes alemanes y que, además de la entrega de semillas de algo-
              dón y de una rápida mensura de las tierras fiscales, prometía a los colonos
              "cualquier ayuda material". También manifestó su especial agrado por la inmi-
              gración de alemanes-brasileños al Chaco. Ante la pregunta de la Oficina de
              Migraciones de si se permitía a los inmigrantes alemanes elegir su lugar de
              asentamiento, por "el interés de Alemania en desarrollar el cultivo de algodón
              argentino por sus emigrantes", éste prometió la "plena libertad en la elección de
              la colonia", pero rechazó hacer concesiones de tierras a compañías privadas de
              colonización, para proteger a los colonos de la explotación y evitar la especula-
              ción de la tierra. Según palabras de Lupo "Argentina no quería transformarse en
              una colonia extranjera". Las promesas de Lupo se tomaron en Alemania con
              cierto recelo, pero se siguió apostando por la inmigración y el establecimiento
              en el Chaco.  Casi al mismo tiempo, mientras Lupo negociaba en Alemania, el
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              AT publicó las primeras advertencias sobre el estado real de la colonia del Chaco:
                       La afluencia de nuevos colonos es cada vez más intensa, siendo fuerte



              23   Jung, Boletín confidencial nº 426, 4/1/1922 (destacado en el original) con una hoja infor-
              mativa no destinada al público acerca de la "posibilidad de asentamiento en la Colonia Gene-
              ral Necochea (Charata)" y como anexo, una información muy detallada sobre la rentabilidad
              del cultivo, en el que se hace referencia al Decreto argentino del 21/7/1921 que liberó una
              superficie de 225.000 hectáreas para la agricultura en la Colonia. BArch R 1501/101715a.
              24   Con respecto a las discusiones de Lupo con el encargado de Asuntos Latinoamericanos
              de la RWA, Hermann von Freeden, véase Jung a Stichel, 15/8/1922. PAAA Embajada Buenos
              Aires, paquete 67. Sobre las reacciones alemanas a las promesas de Lupo (incluyendo su
              interés por una contratación de un asesor algodonero alemán en el Chaco), véase RWA al AA,
              15/8/1922. Ibid. Compárese también Knoll 2008: 99.
              25   Jung a Stichel, 15/8/1922. Ibid. Juan P. Ramos, que sustituyó a Lupo como director de
              migraciones, se expresó tan optimista como su predecesor en una entrevista a comienzos de
              marzo de 1924 con motivo de una visita a Berlín. Según Ramos, "si las autoridades alemanas
              consiguieran que solo emigraran agricultores a Argentina, en lugar de personas que desde su
              llegada están condenadas a vagar sin rumbo en nuestra capital ya superpoblada, el número
              de inmigrantes alemanes podría aumentar fácilmente de 11.050 a 50.000". AT 8/3/1924. El
              Ministro argentino de Agricultura Tomás Le Breton, del cual dependía Ramos, fue incluso más
              allá al estar dispuesto a ceder a un grupo étnico áreas de colonización en el Chaco de cuatro
              leguas (10.000 hectáreas) que ofrecían espacio para unas 100 familias. El AA interpretó esto
              como un "cambio significativo" de la política de colonización argentina, que había promovido
              "una asimilación rápida de los inmigrantes extranjeros al pueblo argentino" y aprobado hasta
              el momento sólo la colonización conjunta de no más de 25 familias. (Friedrich Heilbron a la
              Embajada Alemana de Buenos Aires, 21/7/1924. PAAA Embajada Buenos Aires, paquete 67).
              A pesar de esta promesa nada cambió en la práctica argentina de colonización.
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