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          ambas regiones, robando ganados y pertenencias, con una violencia tal que
          llegaba hasta las violaciones, el asesinato y secuestro de personas para ser
          posteriormente vendidas en el este en los mercados de esclavos.


























               Mapa de las migraciones hacia Rusia y hacia América (de Walter 2008: 348)

          Los colonos vivieron en aldeas autárquicas, no excesivamente pobladas con la
          distribución de los terrenos de vivienda, quedando para la labrantía las tierras
          en los alrededores del poblado. Normalmente se agrupaban por familias que
          habían llegado desde los mismos pueblos germanos, y se separaban por grupos
          religiosos. Las aldeas no estaban lejos unas de otras para favorecer el encuen-
          tro, contacto entre los parientes y amigos y facilitar de este modo una mayor
          socialización, lo que a su vez facilitaba la unión endogámica evitando hacerlo
          con los pobladores rusos.
            La recepción por parte de los campesinos locales no fue buena ya que pre-
          sumían que les quitarían las tierras, desconociendo las atribuciones del Mani-
          fiesto de la Zarina (1763) por las que los colonos recién llegados recibían tierras
          para su cultivo, podrían organizar sus propias instituciones, el comercio y la
          producción, la administración local, la enseñanza y el culto. Los colonos iniciaron
          este proceso en forma independiente de los habitantes rusos, aislándose, tanto
          en los aspectos referidos a la religión, como a la lengua y también a la familia.
          Sólo mantenían aquellas relaciones vinculadas con negocios y el comercio. Vivir
          juntos entre las aldeas alemanas formó una pieza clave para la supervivencia y
          la solidaridad de la comunidad. En la práctica los colonos no tenían contacto
          con lo ruso, pudiendo atenderse y administrarse de acuerdo con las condiciones
          aceptadas al momento de su llegada a Rusia. De este modo, vivieron alrededor
          de cien años, habiéndose multiplicado las aldeas y colonias en ambas orillas del
          Río Volga, con un grado de desarrollo significativo. A lo largo de este período,
          realizaron todo tipo de actividades, cubriendo todas sus necesidades vinculadas
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