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              Comparación de los dos documentos donde se ve la manipulación de los papeles
                  efectuada por Ruez. Arriba Crónica.: 201. Abajo BayHStAM, Mla 290.

              En la investigación comprobamos que, si un documento podía poner en
           peligro su mito del médico, el autor se decidía por realizar una copia adulte-
           rada del mismo. Tenemos tales transcripciones, por ejemplo, con ocasión
           de un contrato de compra y con un testamento del año 1912, en el que se
           lo nombraba como el más favorecido de los herederos. En la versión de
           Ruez leemos: “El doctor Ludwig Ruez, médico en Gmund sobre el Lago de
           Tegern” (Crónica, ms.: 133), cuando en el original dice: “Ludwig Ruez, ayu-
           dante de ferrocarril en Gmund” (BayHStAM, Mla 290). Una vez descubiertas
           estas aseveraciones falsas –que suponemos se realizaron recién cuando la
           Crónica fue reelaborada en 1936– quedó claro que el doctor Luis Fernando
           Ruez no había cursado ni terminado la carrera de medicina ni pudo pre-
           sentar un documento válido de su aprobación como médico. Estábamos
           simplemente ante un impostor que –como intentaba demostrar la investi-
           gación– en el curso de su vida no se manejó con mucho apego a la verdad.
           Para lograrlo se han examinado minuciosamente todas las entradas a la
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