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CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA  21



                 El grupo más elevado socialmente era el de los mayoristas y grandes indus-
              triales, que hicieron suyo el desarrollo tecnológico, industrial y comercial de
              Alemania al final del siglo XIX; también abarcaba a representantes de la clase
              media alta. Algunos científicos fueron traídos especialmente por el presidente
              Sarmiento, y también hubo entre los inmigrantes representantes de las profe-
              siones liberales –médicos, farmacéuticos, dentistas, ingenieros–, maestros y
              algunos militares. Por cierto, esta “migración de élites”, un 10%, no era en abso-
              luto representativa de la inmigración alemana.
                 Porque la gran mayoría de los alemanes en la Argentina formaba parte de la
              clase media: artesanos especializados en algunos rubros como la imprenta,
              pequeños comerciantes procedentes de ciudades pequeñas y empleados de
              bancos o de empresas agrícolas.
                 A fines del siglo XIX se incrementó la clase obrera. Los obreros alemanes
              se ocupaban en la industria del libro y en la industria lanera, en los ferrocarri-
              les y en las fábricas de cerveza. Durante los años posteriores a la Primera
              Guerra Mundial, los obreros fueron a lo sumo un tercio de los inmigrantes
              alemanes.
                 Los agricultores solo se encontraban en el interior del país; eran un 20% de
              los inmigrantes. En las colonias en Misiones, que fueron fundadas después de
              la Primera Guerra Mundial, se trata de una inmigración de familias del agro, a
              menudo con numerosos hijos, que en su mayoría venían del sur de Alemania.
              Solían juntarse según su procedencia geográfica en el “valle de los bávaros”, de
              los suabos, de los wurtemberguenses. Esto contribuyó a que se mantuviera la
              idiosincrasia alemana.
                 Muy diferente se configura la estructura ocupacional de la inmigración ale-
              mana durante la tercera fase de la inmigración alemana entre 1933 y 1945. La
              participación de agricultores es mucho menor; se la podría estimar en un 5%,
              y los obreros no son más del 6%. En cambio, el porcentaje de comerciantes
              es mucho más alto, un 30 %, lo que responde a la estructura profesional de la
              población germano-judía en la patria.
                 Pertenece a la emigración alemana después de 1933 un pequeño grupo de
              emigrados políticos, un grupo muy idiosincrásico, de ningún modo homogé-
              neo. Algunos artistas, como el escritor Paul Zech, el director teatral Paul Walter
              Jakob y el caricaturista gráfico Clément Moreau encontraron asilo en la Argen-
              tina. Entre ellos había bastantes universitarios, entre los que numerosos profe-
              sores y maestros, como el Dr. August Siemsen, diputado socialdemócrata del
              Reich, ingenieros, abogados, periodistas, pero también simples obreros, en su
              conjunto como exiliados formaban un grupo exiguo en número pero política-
              mente activo.


              III) La multiplicidad política como rasgo característico

              Los alemanes inmigrados a la Argentina no se separaron de cuajo del país de
              origen. Según lo muestran los archivos de la prensa, el desarrollo político en
              Alemania influyó de manera diferenciada en la actitud de la “colonia alemana”
              en Buenos Aires.
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