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CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA  23



              land), conducido por el ex-diputado socialista alemán August Siemsen, y la
              revista del mismo nombre, que fue distribuida en quince países de América
              Latina con la finalidad de informar sobre la existencia de una “Alemania diferente”.
              En noviembre de 1941 un grupo de exiliados comunistas fundó su propia revista,
              el Volksblatt, que se publicó durante dos años.
                 En octubre de 1941 los socialistas y comunistas intentaron crear un frente
              unido, fundando una instancia común, la Comisión Coordinadora de los Alema-
              nes Democráticos, pero esta unión se deshizo ya en el mes de mayo de 1943.
              Un frente unido no se constituyó en Buenos Aires ni en el resto de América
              Latina.
                 Los exiliados austríacos, que comenzaron colaborando con los organismos
              del exilio alemán, fundaron en octubre de 1941 una organización propia, el
              Comité Austríaco. Dicho Comité tomó parte en octubre de 1943 en la fundación
              del Comité Central de las Organizaciones de Austríacos Libres en Latinoamérica,
              presidido por el director de orquesta Erich Kleiber.
                 Por el contrario los adversarios de derecha contra Hitler, que estaban activos
              en Buenos Aires, no colaboraron en absoluto con el exilio de izquierda. Bruno
              Fricke fundó ya en 1932 una sección del Schwarze Front (“Frente Negro”) fundado
              por Otto Strasser, y publicó un periódico del mismo nombre, que terminó sin
              embargo luego de diez números. En 1941 se reorganizó el movimiento y se fundó
              el Movimiento Alemania Libre (Frei Deutschland Bewegung), disuelta en 1943.
                 Por la multiplicidad de las tendencias de exilio presentes se confirma que a
              Buenos Aires le correspondía un papel singular en el continente sudamericano.


              IV) Influencia de la inmigración alemana

              ¿Qué influencia se puede observar de la inmigración alemana en la Argentina,
              en lo político, económico y cultural?
                 Permítanme primero intercalar dos pequeñas anécdotas para introducir a
              modo de ejemplo cómo se mantuvieron las costumbres y el idioma alemán en
              Buenos Aires. Muchas veces fui invitada a una cena típica alemana; esto impli-
              caba los tiempos y las costumbres culinarias alemanes; incluso me llamó la
              atención que en Navidad, en medio del caluroso verano se exhibieran arbolitos
              cubiertos de nieve. En cuanto a la lengua también encontré una inesperada
              presencia en Belgrano. Cuando en 1977, en un negocio, pregunté a mi marido
              en alemán cómo se dice “pegamento” en castellano, el vendedor me respondió:
              “Sie dürfen ruhig Klebstoff sagen” – ‘No hay problema, diga nomás Klebstoff’,
              pero la consecuencia fue que hasta hoy ignoré la palabra española “pegamento”.
              1) Influencia política
              Por lo general la influencia política de los alemanes ha sido escasa. Conviene
              distinguir en ello dos categorías.
                 Los alemanes que no llegaron por su compromiso político a la Argentina,
              muy pocas veces intentaron desempeñar un papel político en la nueva patria.
              Si bien el desarrollo político en Alemania influyó en la colonia alemana, se intentó
              no exponer los debates intraalemanes a la discusión en la Argentina.
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