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CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 25
En cambio no se ha conservado el elemento alemán de la Colonización
judeo-alemana. Esta se organizó desde 1936 por la Jewish Colonization Aso-
ciation (ICA), ante todo en Entre Ríos y en la Colonia Avigdor, refundada para los
colonos alemanes. En las colonias se originaron instituciones específicas judeo-
alemanas, tanto agrícolas como también religiosas y culturales. Pero después
de la Segunda Guerra Mundial la mayoría de los judíos alemanes abandonó las
colonias, de modo que estas han evolucionado sin adoptar un carácter alemán.
3) Influencia cultural
También se siente la influencia de la inmigración alemana en el ámbito cultural.
Por la estructura y definida antes de la inmigración alemana se formaron
tempranamente asociaciones culturales. En 1870 ya eran 8 las asociaciones,
en 1914, 40, y en 1938, 300 asociaciones, de índole religiosa, cultural o escolar.
Las asociaciones religiosas fueron las primeras entre las instituciones ale-
manas. En 1843 el Pastor Ludwig Siegel fundó la primera congregación evan-
gélica, que todavía existe; desde 1912 se formó una congregación católica en
Buenos Aires. Después de 1933 se fundaron tres congregaciones israelitas para
los emigrados judeo-germanos, con rabinos alemanes, pero en ellas hoy casi
no se habla el alemán.
A partir de 1850 pudieron prosperar las asociaciones alemanas. Todas se
proponían mantener el espíritu y el idioma alemán, como por ejemplo la asocia-
ción musical Germania desde 1855; ese mismo año se creó la Asociación Ale-
mana de Gimnasia (Deutscher Turnverein), que más tarde se transformó en Club
Alemán (Deutscher Klub), y en 1890 se fundó la Asociación de Remo Teutonia.
Los alemanes se reunían también según sus profesiones: la Cámara de Comer-
cio Argentino-Alemana, fundada en 1916, sigue existiendo todavía; o según su
origen geográfico. La Unión Germánica (Deutscher Volksbund für Argentinien),
fundada en 1916, aglomeraba a todas las asociaciones culturales de su momento
y apoyó el mantenimiento del carácter alemán en la Argentina. Este papel corres-
ponde hoy día a la FAAG (Federación de las Asociaciones Argentino-Germanas).
Como intermediario entre las culturas alemanas y argentina se fundó en 1922 la
Institución Cultural Argentino-Germana. Los emigrados judeo-alemanes crearon
en 1937 una asociación cultural propia, la Asociación Cultural Israelita de Buenos
Aires (Jüdische Kulturgemeinschaft), destinada a aliviar el acostumbramiento a
la cultura diferente.
Sociedades de beneficencia existieron desde mediados del siglo XIX y
siguen existiendo, como la Sociedad Alemana de Socorros a Enfermos (Deut-
scher Krankenverein), fundada en 1857, o, en 1916, la Sociedad Alemana de
Beneficencia (Deutsche Wohltätigkeitsgesellschaft).
Para mantener el carácter alemán tuvieron un papel central las escuelas
alemanas. En 1843 ya fue fundada en Buenos Aires la primera escuela alemana
en suelo latinoamericano, acompañando la fundación de la Iglesia Protestante
Alemana. En 1905 existían 59 escuelas alemanas, en 1936 más de 200, de las
que muchas se ubicaban en Entre Ríos. También en este campo se observa la
cesura del año 1933, cuando al año siguiente Ernesto F. Alemann fundó la
Escuela Pestalozzi. Muchos maestros exiliados daban clases allí a los hijos de
los emigrados. Todavía en el presente las escuelas alemanas cumplen un impor-