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LAS ARCAS DE LA MUSA (FINANZAS DE LOS TEATROS) 113
en Rosario y contrató al conjunto de Ney para que participara en eventos comu-
nitarios, como la Oktoberfest en Quilmes y la inauguración del parque Kraft durch
Freude en Punta Chica (DLPZ 22/10/1938; 18/10/1938). De hecho, una parte del
parque estaba reservada exclusivamente para sus actuaciones (DiA diciembre de
1940). Dicha publicidad y los subsidios atrajeron a muchas personas al teatro, lo
que permitió al grupo afianzarse entre la población nacionalista. Gracias al apoyo
oficial nacionalsocialista, y muy al contrario de lo que le ocurría al Teatro Alemán
Independiente, el elenco de Ney no tuvo que preparar producciones con pocos
recursos. El conjunto de Ney produjo un promedio de siete obras por temporada:
generalmente cuatro producciones en la capital y presentaciones adicionales en
la provincia de Buenos Aires (DLPZ 28/2/1943). Instructor de artes escénicas en
Alemania antes de su emigración, Ney tuvo el lujo de hacer seis ensayos por
semana, normalmente comenzando de tres a cuatro semanas antes del estreno
(Meinen 1942; DiA agosto de 1943). Las presentaciones alcanzaron así un alto
nivel, logro que quedó reflejado en el papel central que jugó el conjunto en la
solidaridad de la población nacionalista alemana (Volberg 1981: 65). A su vez, el
apoyo oficial nazi le permitió a Ney forjar un público leal mientras transformaba a
su grupo en una compañía de teatro bien entrenada.
A cambio de este apoyo, el teatro de Ney realizó exclusivamente obras auto-
rizadas por el gobierno nazi, incluyendo los clásicos alemanes y dramas propa-
gandísticos de August Hinrichs, Hanns Johst, Maximilian Böttcher y Rudolf
Presber. El encargado de negocios alemanes en Buenos Aires, Erich Otto
Meynen, elogió al teatro de Ney como el "espinazo cultural de la colonia alemana"
que, "es de suma importancia para la cohesión de la comunidad" (Meynen 1943).
Más de 18.000 espectadores acudieron al teatro en 1939 (DLPZ 10/3/1940).
Hasta cierto punto, el éxito del conjunto de Ludwig Ney se puede medir en los
precios de las entradas. Inicialmente bastante accesibles o incluso gratuitas,
pero para 1943 el costo del abono a siete presentaciones era de 22.50 pesos
para las filas 1-5, 16 pesos para las filas 6-12 y 10 pesos a partir de la fila 13
(DLPZ 2/3/1943). No eran precios muy elevados pero tampoco eran baratos,
considerando que en 1940 los salarios en el Teatro Alemán Independiente eran
de 120 pesos mensuales. El grupo de Ney tuvo tanto público que en 1942 el
Teatro Politeama (de 750 asientos) les resultó demasiado pequeño. Gracias a
los ingresos de la boletería y los fondos del Ministerio de Propaganda de Berlín,
en 1943 alquiló el teatro El Nacional, que tenía capacidad para 1.150 personas
(DLPZ 4/3/1943).
Arriba el telón 1939-1945, escena dos. Financiamiento
del teatro antifascista
Después de escapar de la persecución nazi en Europa, el fundador del Teatro
Alemán Independiente Paul Walter Jacob, tuvo la firme intención de continuar
su carrera en el teatro. Cuando llegó a Argentina en 1939, estableció contacto
con Ernesto Alemann, propietario del diario antifascista, Argentinisches Tage-
blatt. Cuando Jacob sugirió formar un teatro de lengua alemana, Ernesto Ale-
mann vio una oportunidad para utilizarlo como una fuerza cohesiva entre los