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16 RESEÑAS: REGULA ROHLAND
intelectuales que pudieran colaborar en el desarrollo académico de las ins-
tituciones argentinas (a semejanza de Kurt Tank, el ingeniero aeronáutico,
constructor del Pulqui, primer bimotor multipropósito argentino, o del famo-
so Ronald Richter, con su fracasado intento de producir energía nuclear via
fusión, el Proyecto Huemul. Pero destaca que en su currículum de presen-
tación no se refirió a su anterior relieve político, que desconocerían quienes
evaluaban emplearlo como investigador en el Museo de La Plata y sobre-
seyeron más tarde (cuando agregó esta información) los responsables que
lo integraron en la UBA. El problema verdadero es que el recalcitrante con-
servadurismo de Menghin, su firme convicción de que la cultura grecolatina
era el modelo ideal de cualquier cultura aunque sus orígenes fueran orienta-
les o americanos, ocasionó enfoques insostenibles en sus investigaciones
y docencia en Argentina. Son dos trabajos minuciosamente investigados
sobre muy importantes actores en el terreno de la antropología argentina,
expuestos con todas las dudas que el tema merece.
En un último apartado se analizan algunos contactos y exponentes
alemanes cuya teoría contribuyó al americanismo. El posicionamiento de
los antropólogos inmigrados como Lehmann Nitsche y Menghin nunca se
apartó del eurocentrismo, pero en el Cono Sur chocó con el americanis-
mo desarrollado por los propios argentinos, Francisco P. Moreno, Juan
Bautista Ambrosetti y otros, que intentaban demostrar a fines de siglo XIX
la existencia de culturas muy antiguas en América austral, anteriores a la
colonización por los incas y después por los españoles. Sus exponentes
habían llegado a formular tesis divergentes de las de los expertos inmigra-
dos, y encontraron un apoyo teórico en las teorías de Oswald Spengler. Su
libro La decadencia de Occidente, publicado después de la Primera Guerra
Mundial, introdujo el tema del desplazamiento del centro mundial de la cul-
tura, la pérdida de valor de la cultura europea, que consideraba perimida
y la cuestión de la reubicación de la cultura líder. Algunos antropólogos en
Sudamérica estaban convencidos de que las culturas indígenas serían el
nuevo actante. En el presente libro se estudió esta postura americanista
en Vicente Quesada, analizando su relación con y su respuesta a Oswald
Spengler (Alejandra Mailhe); en Juliana Dillenius –hija de alemanes y dis-
cípula de Lehmann-Nitsche y casada luego con su mentor –, que en sus
pocos trabajos fundamentó con análisis de los materiales prehistóricos la
postura americanista, demostrando que en los valles calchaquíes hubo mo-
radores anteriores a la ocupación de la zona por los incas (Paola S. Ramun-
do), y en Max Uhle, un arqueólogo alemán cuyos hallazgos confirman a los
americanistas (Javier Nastri). Varios rasgos del americanismo son reforza-
dos por las teorías de Fritz Graebner, teórico alemán que no pisó el nuevo
mundo, pero cuyo libro Metodología Etnológica, traducido en 1940, en el
que introduce nuevos parámetros para la comparación de culturas, fue muy
discutido e influyente en la Argentina (Rolando Siller).
Imposible dar cuenta de los pormenores de este variado y rico pano-
rama o siquiera discutir la agrupación de los trabajos o los rasgos diferen-
ciales de cada uno. Dentro de lo posible afortunadamente se ordenaron en
secuencia cronológica y así están aquí recordados.