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GONZÁLEZ, LOS HEREDEROS                  19



               –vinculado al turismo– “había que contar una historia que se convirtiera en
               nuestro porvenir” (p. 290).
                  Alba Gonzalez es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Na-
               cional de General Sarmiento - IDES y autora de dos libros sobre educación.
               Los Herederos es la versión reformulada de su tesis de doctorado en el
               taller coordinado por Elizabeth Jelin y Sandra Gayol. Es una investigación
               histórica, desarrollada en más de 10 años y donde realizó cerca de 100
               entrevistas, entrelazando las memorias de las familias con la historia de
               la Compañía Liebig y remarcando las tensiones entre historia y memorias.
               Esta indagación es llevada adelante en Pueblo Liebig desde la actualidad
               del otrora pueblo industrial y se remonta a los orígenes del invento químico
               en 1847 en Alemania, quedando explícita la convergencia de escalas: des-
               de la microsocial a la transnacional.
                  La autora conoció el pueblo en el 2006 cuando el camino era de ripio
               y en sucesivas visitas, año tras año, ya con asfalto en la calle principal,
               aprendió que no todas las viviendas eran iguales y que el conjunto urbano
               tiene una concepción excepcional: “la estructura generada por la empresa
               creó un patrón alejado del tradicional damero hispanoamericano, un dise-
               ño surgido como consecuencia de la implantación de un enclave industrial
               vinculado a la explotación ganadera” (p. 35).
                  “Los herederos” que dan título a la obra son los ex trabajadores y tra-
               bajadoras que vivieron la cultura del trabajo fabril; son también sus hijos,
               nietos y bisnietos que resistieron el fin del trabajo y se quedaron a vivir en el
               pueblo; quienes se fueron pero volvieron o vuelven en cuanto pueden; los
               trabajadores en las estancias de la Compañía con su cultura de campo y los
               administrativos de la casa central en Buenos Aires; todos aquellos que se
               sentían y aún sienten pertenecer a la comunidad de Liebig. El concepto de
               “gran familia industrial” fue utilizado en las investigaciones de María Marta
               Lupano como el lugar de encuentro –en capas superpuestas– de una polí-
               tica empresarial creadora de “escenarios donde confluyeron la historia de
               la empresa y la historia de los trabajadores y entre ambos construyeron la
               historia del lugar” (Lupano 2009: 300).
                  El libro se estructura en 10 capítulos que reproducen el recorrido de la
               investigación: desde “llegar al pueblo” (cap. 1) hasta concluir en una “lucha
               por la herencia” (cap. 10). El desarrollo argumental transcurre en tres espa-
               cios bien definidos:

                  •   El espacio histórico: claro, preciso, cronológico y bien documenta-
                     do, demuestra el “oficio” de la autora para desarrollar una recons-
                     trucción histórica académica.
                  •   El espacio memorias: excelente análisis de los recuerdos de ex tra-
                     bajadores devenidos escritores, ubica cada una de las memorias en
                     su significado socio-cultural.

                  •   El espacio patrimonio: remite a un proceso de atribución de valores,
                     según tiempos y contextos. Desde allí, no visualizó un interés colec-
                     tivo de preservación patrimonial arquitectónica, ni urbana, sino una
                     valoración de “memorias intangibles”.
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