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EL PINTOR DE LA SUIZA ARGENTINA: LITERATURA DE INVESTIGACIÓN  51



               cuestiones que involucran los lazos entre la obra y la vida de un artista y se
               pregunta: ¿es que una puede invalidar a la otra o incluso condenarla? Según
               Buch, las biografías de artistas “‘ayudan a entender’” los “aspectos turbios”
               que pueden crear una distancia entre la dimensión pública y privada de una
               persona. Por esta razón, la biografía de Maes no puede desentenderse de
               su afi liación nacional socialista borrada en el proceso de construcción de su
               imagen como reconocido artista de Bariloche.
                  Desde  el inicio, el narrador se presenta como periodista y crítico de
               arte amateur. Pero su decisión de reconstruir la biografía “oculta” de Anton
               Maes a partir de una investigación responde no solo a una curiosidad esté-
               tica, sino a razones personales. La reconstrucción del pasado europeo obli-
               terado de Maes se trenza con su propia historia y le permite reconstruir un
               árbol genealógico con ancestros que fueron víctimas y sobrevivientes de la
               Shoah. En la versión de 1991, el interrogante familiar aparece principalmen-
               te en el capítulo “El judío alemán”, donde el narrador postula el hecho de
               que el antisemitismo forma un “agujero” en su autobiografía. Leemos allí:
                  El antisemitismo es un agujero en mi propia historia. La historia de
                  mi tía Gretchen, la judía alemana Margaret Buch, cuyo marido –mi tío
                  abuelo– murió en un campo de concentración a manos de las S.S.
                  durante el último día de la guerra. La historia de mi abuelo, el judío
                  alemán Alfonso Buch, militante socialista que alcanzó  a escapar de
                  la cárcel nazi. La historia de mi padre, el judío alemán Tomás Buch,
                  nacido en Berlín en 1931 y niño inmigrante en la Argentina de la
                  Década Infame. La historia de otros cuarenta y cinco mil judíos ale-
                  manes llegados al país en esos años. Mi historia, la de una especie
                  aggiornada de judío alemán. Un bastardo, en realidad, porque mi
                  papá  no tuvo pudor en contaminar la sangre de mi mamá . Que tam-
                  poco era aria, no nos hagamos ilusiones (El pintor: 95).

                  La historia del tío abuelo víctima de la Shoah se reconstruye en detalle
               gracias a un árbol genealógico reconstruido por su padre y conservado por
               su hermana Natalia Buch. En la reedición de 2024, la investigación en torno
               a Siegfried Buch ocupa un capítulo entero de la primera parte del libro. Es
               gracias a ese árbol genealógico, mencionado ya por el autor en un artículo
               de 2021 , que pudo saber:
                      2
                  qué  nombres buscar en las listas de víctimas del Memorial de la
                  Shoah en París, donde Siegfried aparece en el  mur des noms,  el
                  muro con los nombres de todas las personas deportadas desde
                  Francia; y también en los bancos de datos online de Yad Vashem en
                  Israel, el Museo del Holocausto de Washington, y los Archivos de la
                  Repú blica Federal Alemana. Allí estaban las huellas de Lucie Buch
                  y su marido, de su largo viaje en tren hasta su horrible fi nal en los
                  bosques de Riga. Y así reconstruí la historia de Siegfried Buch, ese


               2  Cf. Buch, Esteban. “Historia de un libro sobre los nazis de Bariloche: El pintor de la Suiza
               argentina”. Revista de Estudios sobre Genocidio, año 12, vol. 16, Buenos Aires (diciembre
               de 2021): 159.
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