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           lizado en 1994 por el equipo de ABC, en el que el reconocido entrevistador
           estadounidense Sam Donaldson viajó hasta Bariloche para desenmascarar
           a Priebke y a Kops. Esteban Buch explica así que, aunque:
              el documental Nazi Hunters tan solo muestra la tapa del Pintor como
              una fuente pintoresca y misteriosa, sin pronunciar el nombre de su
              autor, los testimonios de Silvia Dalila Herbst y Hugo Phillips no dejan
              lugar a dudas (Ibid: 33).

              Esta cuestión ya había sido evocada por el autor en 2021, en un artículo
           en el que demuestra que el libro fue la fuente directa del reportaje del 6 de
           abril de 1994 hecho para el canal de televisión estadounidense. Se trata del
           reportaje que desencadenó el pedido de extradición de Priebke por parte
           de la justicia italiana al gobierno argentino, seguido de dos juicios por crí-
           menes de guerra en Italia y quince años más de privación de libertad hasta
           la muerte de Priebke ocurrida en 2013 (2021: 152). El rol desempeñado
           por el libro en la identifi cación de los dos ex SS queda así explicitado en la
           reedición de 2024, que prueba el rol central que tuvo el libro en las inves-
           tigaciones de ABC. Coincidimos plenamente con el autor cuando explica
           que ese encadenamiento de hechos es “un testimonio del poder la escritura
           para cambiar algo en el mundo real” (Ibid: 43). Es en este sentido que la
           literatura de investigación adquiere una dimensión activista que sobrepasa,
           en ciertos casos, las propias esperanzas y deseos de sus autores.
              Por otro lado, la reedición de 2024 se cierra con la transcripción com-
           pleta de la entrevista inédita con Érico Priebke, realizada por Buch el 12 de
           septiembre de 1989 en la biblioteca del instituto Primo Capraro de Barilo-
           che. En los minutos fi nales, Priebke reconoce su participación en la masa-
           cre de las Fosas Ardeatinas. Explica:

              EP: No, no, no, no. Nosotros teníamos un caso en Roma, pero nada
              con judíos, y… los comunistas había… o sea… una bomba, una
              bomba grande, y murieron enseguida treinta y dos, treinta y tres
              soldados, entonces había un acto de represalia, pero completa-
              mente legal en los anales de guerra, pero entre otras cosas no…
              habían pedido a la gente que hizo el atentado de presentarse y
              naturalmente no se han presentado comunistas, y después de la
              guerra eran los héroes, ellos, con la culpa de que se morían tres-
              cientos tantos italianos, no, porque se fusilaba por cada soldado
              uno a diez. Hay una famosa película, Masacre en Roma, sobre esto.
              Pero todo el comando fue absuelto sobre esta cosa porque era
              un… (Ibid: 160-161).
              El hecho de que Priebke evoque directamente y sin mayores reparos su
           participación en la masacre puede haber sido causado, como lo explica el
           narrador, por una poderosa sensación de impunidad. Valga la aclaración de
           que Priebke vivió cuarenta años tranquilo en Argentina, sin sentir siquiera la
           necesidad de ocultar su verdadero apellido. A todo ello puede sumársele el
           hecho de que, mientras se realizó la entrevista con Buch, Argentina atrave-
           saba un momento histórico en que, “tras las leyes de Punto Final (1986) y
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