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EL PINTOR DE LA SUIZA ARGENTINA: LITERATURA DE INVESTIGACIÓN 53
Allí trabajó primero bajo las órdenes de Adolf Eichmann, el princi-
pal ejecutor de la “solución fi nal” contra los judíos. Y un año más
tarde pasó a integrar el staff personal del todopoderoso jefe de las
S.S., Heinrich Himmler. Una historia celosamente guardada por los
norteamericanos que administran el Centro de Documentación de
Berlín (Id).
Se trata del mismo Erich Priebke que en 1998 fue condenado en Roma a
reclusión perpetua por su actuación y su responsabilidad en la matanza de
trescientos treinta y cinco ciudadanos italianos en tanto que ex capitán de
las SS y miembro de la Gestapo. Este evento es conocido como la masacre
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de las Fosas Ardeatinas ocurrida el 24 de marzo de 1944 en Roma . La con-
tundencia de esta denuncia, que identifi ca a Priebke como un alto cargo de
la jerarquía nazi cuyos crímenes de guerra debían ser juzgados, no alcanzó
al momento de la publicación de El pintor de la Suiza argentina para que la
sociedad barilochense tomara posición o se manifestara en contra de él.
Para llevar adelante esta investigación, el narrador de 1991 realiza entrevis-
tas, registra y compila testimonios y consulta archivos, libros de historia y
documentos de prensa con el objetivo de entender cómo y porqué perso-
najes como Anton Maes, “Erico” Priebke o “Juan Maler”, alias utilizado por
Kops, entre otros, se transformaron en actores centrales de una comunidad
que tejió un manto de silencio respecto a sus pasados nazis. Algunos años
más tarde, este tema será abordado en el documental de Carlos Echeverría
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Pacto de silencio (2006) .
En este sentido, la reedición de 2024 y la nueva parte intitulada “Historia
de un libro sobre los nazis de Bariloche” redobla la apuesta. A través de
una investigación basada en un riguroso trabajo documental, Esteban Buch
agrega una serie de nuevas secciones que arrojan luz sobre el pasado de
esos ex nazis, denunciados ya en la versión de 1991, pero sin contar aun
con todos los elementos de prueba que fueron surgiendo en su contra y
que condujeron a su desenmascaramiento y posterior arresto. El libro de
2024 posee así una sección dedicada a Priebke, otra dedicada a Siegfried
Buch, una nueva sección sobre Maes y otra sobre Silvia, la alumna judía
con la que el pintor mantuvo una relación afectiva hacia el fi nal de su vida.
La primera nueva parte del libro se cierra, además, con dos apartados inti-
tulados “La fuente” y “Nunca Más”. En el primero, Buch aborda sus dudas
y el sentimiento de culpa y de malestar que le produjo haber aceptado
ocuparse de los cuadros de Maes, a cambio de quedarse con el archivo del
pintor. El autor reconstruye también la trayectoria del texto desde su publi-
cación en 1991. En particular, analiza las posibles razones de su recepción
tardía y parcial, a pesar de que el libro sirvió de fuente para el reportaje rea-
3 En la masacre de las Fosas Ardeatinas las tropas alemanas ejecutaron a sangre fría a
trescientos treinta y cinco civiles, entre ellos setenta y cinco judíos, en represalia por un
atentado de la Resistencia en el que habían muerto treinta y tres policías alemanes.
4 Para un análisis exhaustivo de los vínculos entre el libro de Buch y el documental de
Echeverría, ver: Levinson, André s y Feudal, Marí a Guillermina. “Preguntas a una ciudad
postal: las fi guras de Toon Maes y Erich Priebke en El pintor de la Suiza argentina (1991)
de Esteban Buch, y Pacto de silencio (2006) de Carlos Echeverrí a” (2009): 1-11.