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78                  CLAUDIA GARNICA DE BERTONA



          blancos. Tolten invierte el esquema civilización/barbarie, todavía vigente hacia
          la fecha de publicación de la obra. Cuando en una ocasión el narrador puede
          elegir si pasa la noche con los blancos o los indios, dice:
                  Ich fühlte mich erleichtert und geborgen, als ich wieder bei den
                  schweigsamen Toba war, die in würdevoller Haltung, wie edle Bronze-
                  wildwerke, um die Feuer sassen. Die Rollen waren, wie so oft schon,
                  vertauscht: hier, bei den “Wilden”, die Gesittung, dort, bei den “Zivili-
                  sierten”, die Barbarei (Tolten 1935: 98) .
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          Buscando unos animales perdidos, el narrador llega a una misión, donde le llaman
          la atención la organización y el desarrollo que esta ha llevado a la zona. Su mirada
          sobre los indios es compasiva, los considera Naturmenschen (hombres naturales)
          a quienes los hombres blancos no comprenden, y no los juzga aun cuando sus
          costumbres o creencias puedan parecerle repugnantes o graciosas. La imagen de
          los indios es altamente positiva. Cuando el narrador convive con los sanapaná
          admira el estado natural en que se encuentran, libres de la codicia del hombre
          blanco, y decide que quiere permanecer con ellos. A los blancos les achaca una
          codicia sin límites, que no respeta la naturaleza ni las culturas diferentes. Tolten tiene
          la autoridad de quien presenta vivencias propias, aunque se le pueda criticar una
          fuerte idealización de los indios, en quienes casi exclusivamente ve cualidades
          positivas, y un desprecio hacia al hombre blanco. Esta identificación con los opri-
          midos y desplazados quizás pueda justificarse por el hecho de que él, en su con-
          dición de hijo de inmigrantes, se siente también parte de una minoría maltratada.
            Ilse von Rentzell, la única mujer del corpus, trata de lograr un tratamiento
          objetivo sobre los nativos en su obra Im argentischen Chaco (En el Chaco argen-
          tino). La mirada sobre los indios es compasiva y comprensiva:
                  Sie wirkten, wenn sie einzeln auftraten, wie geschlagene Hunde. Scheu und
                  verängstigt, mit unsicherem Blick und lautlosem Auftreten. Ihr Wesen strömte
                  eine lähmende Ertragung aus, nie habe ich Gestalten mit so hoffnungslosen
                  Augen gesehen, wie unter diesen Menschen (Rentzell 1929: 130) .
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          En las antípodas de Tolten y von Rentzell se encuentra Hans Schmidt con su
          obra Ein toller Ritt und andere Kurzgeschichten (Una cabalgata fantástica y otros
          relatos breves), de 1940. Se refiere así a los habitantes nativos del Chaco:

                  Die Ureinwohner sind schweigsam, misstrauisch, neugierig, geizig und
                  furchtsam zugleich. Ihre Stärke ist der Verrat und der Betrug. Sie sind


          3    “Me sentí aliviado y protegido cuando estuve nuevamente con los silenciosos tobas, que
          en una postura totalmente digna, como esculturas de bronce, estaban sentados alrededor del
          fuego: los roles, como era común entonces, estaban cambiados: aquí, entre los “salvajes”, la
          decencia, allí, entre los “civilizados”, la barbarie.”
          4    “Impresionaban, cuando se presentaban solos, como perros apaleados. Tímidos y teme-
          rosos, con mirada insegura y una entrada en escena silenciosa. De su ser fluía un sufrimiento
          paralizante, nunca he visto a figura con ojos tan desesperanzados como entre estos hombres.”
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