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LA ASOCIACIÓN FILANTRÓPICA ISRAELITA (AFI) 189
A principios de abril de 1933 tres buenos amigos, Adolfo Hirsch, Ernesto
Oppenheimer y Ricardo Sadler, se reunieron en el Café Richmond de la calle
Florida, en la ciudad de Buenos Aires, para conversar sobre lo que podían hacer
ellos para ayudar ante esta gran emergencia. Los tres llegaron a la conclusión
que sería oportuno constituir y fundar una institución que socorriese a los que
lo necesitaban.
Fue así, que con el empuje de Adolfo Hirsch se convocó a una reunión a
celebrarse el 26 de abril de 1933. La misma se desarrolló en Moreno 376, Bue-
nos Aires, (edificio aún existente y que es patrimonio nacional). A dicha reunión
concurrieron 225 personas, de ellas, 175 asistentes votaron afirmativamente por
la constitución de una institución, fundando ese día el Hilfsverein deutschsprech-
en der Juden.
La primera Comisión Directiva del Hilfsverein fue integrada por el iniciador de
la obra Don Adolfo Hirsch y lo acompañaban los señores Eduardo Adler, José
Amsel, Isidoro Beer, Federico Goldner, Pablo Hadra, Otto Hellmann, Ernesto
Oppenheimer, Bruno Sadler, Ricardo Sadler, Ernesto Schuschny, Pablo Spier,
Fernando Strauss, Isidoro Tennenbaum, Federico Unger, S. Uryson, Eugenio
Vila, León Vogelbaum, Dr. José S. Weil, José Weil y Juan Wolff.
Habiéndose constituído el Hilfsverein con los 225 participantes, 200 personas
invitadas pidieron, en el mismo acto, ser admitidos como socios.
La meta fue la prestación de ayuda a las víctimas del hitlerismo para que
lograran radicarse en la Argentina. Esta ayuda, que fue menester organizar, tenía
por objeto:
- ayuda a la llegada,
- bolsa de trabajo
- organización de cursos de idioma
- viviendas
- primeros intentos de una formación agraria de los inmigrantes jóvenes.
Fuera de los designados miembros de la Comisión Directiva del Hilfsverein,
15 de los restantes asistentes se ofrecieron para colaborar en la labor para
cumplir los objetivos. He de señalar que prácticamente ninguno de los asisten-
tes a la creación del Hilfsverein tenía demasiado en claro, en qué y cómo ayudar
para lograr que los afectados en Alemania pudieran llegar a la Argentina y cuá-
les serían las necesidades más imperiosas para poder ayudarles.
Destaco por ejemplo, que muchísimos de los primeros inmigrantes llegados,
vinieron con un desconocimiento total de la Argentina, algunos llegaron vestidos
con short, casco, etc., pensando que llegaban a un lugar parecido a África. No
hablaban una sola palabra en español, algunos arribaron con lo puesto, otros traían
alguna joya para vender, porque no podían traer dinero y hubo que enseñarles el
español, conseguirles vivienda, trabajo, asistencia económica, aconsejarlos, etc.
Cuando los inmigrantes arribaban al puerto de Buenos Aires, hubo allí gente
del Hilfsverein para recibirlos y ayudarlos, traducirles y asistirles en lo que fuera
menester.
Respecto a los miembros residentes aquí, desde que llegaron al país hasta
1933, se los denominaba Alteingessene (antiguos residentes), para diferenciar-
los de los que llegaron a consecuencia del nacionalsocialismo, a quienes, se
llamó Emigranten.