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38 JUAN MORELLO
Esteves 2008: 168). Lehmann-Nitsche se hizo cargo por un breve período de la
dirección, pero por cuestiones de tiempo no pudo ocuparse lo necesario, los
números se atrasaron y dimitió. Su lugar fue tomado por Albert Haas, bajo cuyo
mandato la publicación cambió de nombre, pasó a ser bimestral y comenzó a
proyectarse hacia un público más amplio. El Dr. Haas había realizado estudios
en filosofía, literatura y economía en Berlín y Ginebra. Ya poseía una vasta expe-
riencia como periodista especializado en economía y germanística que se
remontaba hasta antes de la Primera Guerra Mundial. En 1916 se hizo cargo de
la jefatura de la Agencia Transoceánica de Noticias y a partir de 1920, ya en la
Argentina, colaboró para el Deutsche La Plata Zeitung, fue director entre 1922
y 1924 del Buenos Aires Handelszeitung y agregado de prensa de la legación
alemana en Buenos Aires entre 1924 y 1930 (Bujaldón de Esteves 2006: cap. V).
Bajo su dirección, Phoenix intentó, por un lado, acercarse a temas argentinos,
a fin de recomponer una relación desgastada. Se tradujeron y publicaron cuen-
tos y poemas de reconocidos escritores locales, entre ellos de Horacio Quiroga,
Florencio Sánchez y Manuel Gálvez. Algunos autores argentinos, reconocidos
por su filiación pro alemana, tuvieron también lugar para sus artículos en las
páginas de la revista, como es el caso del jurista Juan Pedro Ramos. Además,
se decidió editar un número anual íntegramente en español, a fin de llegar a la
comunidad científica que no leía en alemán. Desde lo discursivo, por tanto, se
intentó no confrontar lo argentino, más aún, se lo solía realzar. Incluso, que los
temas argentinos publicados ya no fuesen exclusividad de la mirada científica
alemana insinuaban una apertura al diálogo de la comunidad científica. Por otro
lado, se llevó a cabo un denodado esfuerzo por revitalizar el sentimiento de
alemanidad reforzando lo que consideraban sus características tradicionales.
En este sentido proliferaron los artículos de científicos alemanes que realizaron
investigaciones en Argentina: en muchos de ellos se trata de expediciones a la
Patagonia u otras regiones todavía inhóspitas, estudios de biología, zoología,
botánica o ingeniería. Otros artículos destacaban, por ejemplo, las innovaciones
tecnológicas y el desarrollo de empresas alemanas en el país.
A pesar de estos matices, el período 1921 – 1925 fue el más conflictivo que le
tocó vivir tanto a la publicación como a la DWV. Más allá del difícil contexto local,
la comunidad científica alemana era mundialmente presa de un boicot por parte
de los países aliados quienes le impedían la participación en congresos interna-
cionales organizados por ellos. . Todo esto se dejó entrever en sus editoriales e
3
informes anuales. Es en ellos donde suele aparecer una voz más panfletaria que
permite distinguir con más claridad hacia dónde se dirige el discurso científico
acerca de la alemanidad. Allí, la DWV hacía llamamientos a "recuperar lo perdido,
volver a alcanzar a los opositores intelectuales y poner nuevamente el nombre
alemán, con toda su fuerza, en el lugar honorífico que le corresponde" (Phoenix
1921ª: 2). Se lamentaba también por la baja cantidad de científicos alemanes que
participaban en esos días en congresos y alertaba que esos lugares estaban
3 El boicot se extendió desde 1919 hasta 1926 cuando Alemania fue admitida a la Liga de
las Naciones. A los científicos alemanes se les prohibía la participación en los congresos
organizados tanto por Francia, como por Gran Bretaña y Estados Unidos. Para más informa-
ción al respecto véase: Trommler 2014: 322-335.