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           manos realizaba un muestreo aleatorio y lo comparaba con muestras (Weil
           1921: 156). Esto diferenciaba a la empresa de otras compañías comerciales
           que normalmente no realizaban controles de calidad.

           La enfermedad de Weil y la guerra mundial
           A  principios  del  siglo  XX  la  familia  Weil  empezó  a  sufrir  algunos  golpes
           desafortunados.  Desde  1903  Hermann  sufría  de  sífilis.  Para  asegurar  el
           tratamiento del renombrado médico profesor Paul Ehrlich, la familia Weil
           se mudó a Frankfurt del Meno en 1907. Desde entonces, la empresa Weil
           Hermanos se gestionó desde dos sedes. Samuel Weil, su hermano y co-
           fundador de la compañía, continuaba siendo responsable de la compañía
           en Buenos Aires y Ferdinand de la sucursal en Rotterdam. Además, Julius
           Flegenheimer y Sigismundo Edelstein, dos accionistas que anteriormen-
           te habían trabajado en la Argentina como firmantes autorizados para Weil
           Hermanos, se incorporaron a la empresa. Hermann continuó moviendo los
           hilos desde Frankfurt. La esposa de Hermann, Rosa, que sufría de cáncer
           desde hacía años, murió en abril de 1912, y en ese mismo año la salud cada
           vez más precaria de Hermann le impidió temporalmente continuar con el
           negocio de la empresa (Appenzeller 2012: 20-24).
              El estallido de la Primera Guerra Mundial marcó el comienzo de una
           época difícil para Weil Hermanos. El gobierno británico instó a Argentina,
           como país neutral, a suspender las relaciones comerciales con el Imperio
           Alemán. Como resultado, Weil Hermanos no podía exportar grano a desti-
           nos alemanes. Sin embargo, al principio, las entregas de cereales siguieron
           llegando a Alemania por desvíos, por ejemplo, a través de las islas de la
           costa africana y luego a través de Dinamarca, Suecia y los Países Bajos,
           todos países neutrales. El comercio en las bolsas de futuro para cereales de
           Rosario y Buenos Aires seguía siendo controlado en gran medida por unas
           pocas grandes empresas de las cuales dos eran de origen alemán (Gravil
           1985: 119) . A pesar de la guerra, las empresas con capital alemán, Weil
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           Hermanos, Bunge & Born y otras, evitaron la quiebra con la ayuda del ser-
           vicio de inteligencia exterior alemán, con el que colaboraron y desarrollaron
           estrategias para evitar que Argentina declarara la guerra al Reich (Bisher
           2016: 195-197) . Además, sus redes establecidas, el tamaño y la presencia
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           que habían acumulado a lo largo de los años, aseguraron que el merca-
           do de exportación siguiera funcionando a pesar de la resistencia británica,
           aunque con restricciones (Rinke 2008: 16). La empresa de Weil estaba bien
           posicionada gracias a sus estrechas redes transatlánticas. La continuidad
           de la gestión de la empresa por parte de los miembros de la familia de Weil



           7  Además de Weil Hermanos, éstas eran Bunge & Born, Louis Dreyfus, Huni & Wormser,
           General Mercantile Company (Dehne 2013: 230-1).
           8  Estas estrategias incluían influir en las autoridades políticas y sociales intentando dar
           una imagen positiva de las empresas alemanas ante la opinión pública. Por eso, en 1916
           se fundó la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana para apoyar los intereses
           de las empresas alemanas. Véase más sobre las actividades de inteligencia en Argentina
           durante la Primera Guerra Mundial: Bisher (2016).
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