Page 27 -
P. 27
Charles Beck Bernard: notas de
archivo para un colonizador notable
ADRIANA CRISTINA CROLLA
Universidad nacional del Litoral (UNL)
Charles Beck-Bernard es relevante en cuanto a la historia de los procesos
migratorios en tierras santafesinas y de la Pampa Gringa, por ser la Com-
pañía de inmigración Beck-Herzog, una de las responsables de la fi rma de
los contratos de las 200 familias que Aarón Castellanos convocó desde
Europa para fundar Esperanza, a 30 kms al N-O de la ciudad capital. Y
porque a comienzos de 1857 llegó a Santa Fe acompañado de su esposa
y dos hijas para solicitar tierras al gobierno provincial para fundar él mismo
una colonia.
Beck suscribió un convenio con el gobernador Juan Pablo López y con
el ministro Juan Francisco Seguí, por el cual se obligaba a traer de Suiza
50 familias de agricultores, lo que hizo, fundando en octubre de 1858 la
colonia San Carlos, llamada San Carlos Sud desde que se prolongó a San
Carlos Centro y Norte.
Beck se encargó personalmente, durante los siguiente cinco años, de
supervisar y cumplir con las responsabilidades acordadas en el contrato
que fi rmara con las autoridades provinciales. Mejor proyectada que Espe-
ranza, San Carlos será modelo de sucesivas fundaciones, ya que la Com-
pañía Beck-Herzog garantizaba a los colonos la recepción de víveres, ma-
teriales, semillas y animales a su llegada y organizó la vida económica y
social a partir de un reglamento que estipulaba normas morales, educación
de los niños, administración cosechas y 20 días al año destinados por el
colono al bien común:
• En Santa Fe no se detiene. En 1858 pusimos, por cuenta de una
compañía de accionistas de Basilea, las bases de la colonia de “San
Carlos” sobre un terreno concedido por el gobierno al sur-oeste de
la capital. Por primera vez los preparativos se realizaban antes de la
llegada de los colonos y cuando las familias comenzaron a estable-
cerse la administración se preocupó por dirigir cuidadosamente sus
trabajos y no solamente ejecutar escrupulosamente el contrato en la
distribución de materiales, el ganado, los víveres y las semillas sino
también y sobre todo, proveer desde el principio a las necesidades
morales de los cultos y de las escuelas.
• Estos cuidados no han sido vanos y todas las personas que visitan
las colonias se sorprenden al ver en San Carlos la superioridad del
trabajo agrícola, así como el orden y la calma que contrasta con el
espíritu un poco ruidoso de los establecimientos vecinos.
Cuadernos del Archivo VI.2/11-12 (2022): 25-31