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14 REGULA ROHLAND DE LANGBEHN
Por último, el ensayo de Germán Kratochwil "La Fundacion Servicio Social
en la Empresa (Un caso de inserción bienhechora de inmigrantes de habla ale-
mana en Argentina)" propone desde la perspectiva de uno de los participantes
de entonces la breve semblanza de una encomiable actividad puesta en acción
por una pareja de inmigrantes alemanes, a partir de 1965, en el área de Servicios
Sociales en empresas argentinas. Con recursos propios de las empresas y con
la cooperación de la Carl Duisberg Gesellschaft (cuya incidencia en esta obra
se debería estudiar aun) se creó una institución capacitadora para el trabajo en
empresas de asistentes sociales y se supervisó la introducción de actividades
sociales de un amplio espectro en las industrias asociadas a dicha Fundación.
Durante casi diez años cumplió con la introducción de estos Servicios en el
medio empresario y dio formación superior de dos años a casi un centenar de
profesionales. Quedó plasmada como un modelo de contribución social, en un
momento de grandes transformaciones y conflictos del país.
El Cuaderno termina con una serie de artículos que surgen directamente de
las asociaciones más relevantes creadas por hablantes del alemán en la Argen-
tina. El profesor Horacio Walter resumió la larga historia de los Alemanes de
Rusia, de los que importantes contingentes se afincaron a partir de 1880 en
varias provincias argentinas, después de que en Rusia les fueran quitados los
privilegios garantizados cien años antes por la zarina Catalina II. Sus descen-
dientes equivalen en número a los de todos los otros grupos germanos en la
Argentina. Tardaron en integrarse culturalmente en el país, por haber sabido
granjearse el permiso de formar aldeas cerradas en las que se recluían, lo que
no fue la política tradicional argentina. Esta tendía a mezclar en cada lugar gente
de diferente procedencia, lo que aceleraba la integración a la lengua nacional y,
dentro de los grupos hablantes del alemán, a la pérdida de sus regionalismos.
Los Alemanes de Rusia, campesinos que conservaban su dialecto propio, no
se sintieron aceptados por el resto de los germano hablantes. Walter detalla las
costumbres y formas de vida que se conservaron en estos grupos, que en un
proceso de varias generaciones se han integrado a la Argentina a través de las
escuelas y los gobiernos municipales, perdiendo su lengua, pero no su sentido
de comunidad.
El trabajo de Pedro N. Sadler sobre la Asociación Filantrópica Israelita
comienza refiriéndose a la situación de los judíos en Europa, trata luego los judíos
alemanes en la Argentina, ya asentados en la ciudad antes de la persecución
nazi, y los comienzos de la inmigración de los expulsados por el régimen nacio-
nalsocialista en Alemania a partir de 1933. Y refiere la inmediata respuesta de la
colectividad existente, sus primeras acciones de ayuda y cómo esto desembocó
en la fundación del Hilfsverein deutschsprechender Juden, que más adelante
tomó el nombre de Asociación Filantrópica Israelita. Sigue relatando la historia,
los actores principales y las obras de esta asociación hasta el presente, siempre
basado en sus recuerdos de familia y personales, con perspectiva histórica,
válida para la comunidad de alemanes judíos en la Argentina.
Los últimos ensayos del tomo se refieren a dos federaciones que aglomeran
asociaciones y escuelas, cuya característica es su conexión vigente con la Repú-
blica Federal de Alemania. Sería de gran valor que se acompañaran de trabajos
sobre la inmigración austríaca y suiza, bien que lejos de las patrias las diferencias